Diccionario gastronómico

Calada

Término que hace referencia a una incisión o hueco que se le hace a un fruto, generalmente grande, para comprobar que tenga el punto de maduración adecuado. En los mercados hay algunas frutas que no se compran si no están caladas, porque pueden no tener la maduración óptima o el color ideal. Muchos compradores piden su sandía calada, lo cual indica al dueño del local que tendrá que hacer un hueco en la fruta para que el cliente vea la madurez de la misma. Por ello, es común que la sandía se venda partida.

Foto: Fruto, mamey con calada por un lado y a lo largo. (Archivo Gráfico Larousse).

Foto: Fruto, mamey con calada por un lado y a lo largo. (Archivo Gráfico Larousse).

Otro fruto que con frecuencia se vende calado es el mamey; en muchos puestos de mercados incluso se tienen ya los mameyes calados a la vista del comprador. A estos frutos se les hace una incisión en la cáscara para levantarla y apreciar tanto el color como la textura de la pulpa, para saber si está dulce o suave; si están pálidos tienden a estar simplones y hasta duros. En el Distrito Federal es extraño que se compren mameyes si no están calados. Conocido también como calado.

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