Diccionario gastronómico

Chayotes rellenos

Preparaciones dulces o saladas a base de chayotes, que se comen como postres o que sirven de plato fuerte. En general los chayotes se cuecen con todo y piel, se parten por la mitad, luego se extrae un poco de la pulpa y se mezcla con los demás ingredientes del relleno que se coloca en el hueco del chayote. En seguida se hornea, a veces con pan o galleta molidos o con queso, para gratinar. Casi siempre se sirven calientes o tibios.

El relleno dulce por el contrario, se prepara con pulpa de chayote, huevo, azúcar, pasas, mantequilla, crema y galleta o pan molido y se hornean. Son recetas caseras que varían ligeramente, pero que se hacen de forma muy similar en estados como Veracruz, Tlaxcala, Tabasco, Oaxaca, Chiapas y Puebla. De la misma manera se preparan los chayotes rellenos de carne.

En Tabasco se rellenan los chayotes recios con su pulpa machacada y mezclada con pan molido, mantequilla y azúcar; puede añadirse algo más a esta base. Aunque son de sabor dulzón, no se usan como postre. Se sirven como acompañantes de los platillos de la comida del mediodía. En cuaresma o los Viernes Santos pueden ser el plato principal. En Orizaba son muy comunes los chayotes rellenos de carne, porque el fruto abunda en la región; la pulpa para el relleno se mezcla normalmente con picadillo de carne de res o cerdo, aunque también se emplea carne de pollo o chorizo. Pueden servirse solos o con caldillo de jitomate. Por supuesto, existen recetas muy similares en varios estados del país.

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