Diccionario gastronómico

Chilcuán

Del náhuatl chilli y mecatl, mecate, aludiendo a la forma de las raíces. Raíz comestible de una planta rastrera de la familia de las asteráceas. Mide entre 20 y 70 cm, tiene hojas ovaladas y aserradas, la raíz es muy delgada y alcanza unos 30 cm; es fibrosa, de sabor amargo y picante, y al masticarla provoca abundante salivación. Se le encuentra en el norte de Querétaro, sobre todo en la Sierra Gorda, el sur de San Luis Potosí y en algunas partes de Guanajuato.

En las zonas donde se consume, se compra en los mercados locales donde la venden por manojos. Se suele moler en molcajete para añadirla como condimento en guisos, por ejemplo en los nopales con chilicuagüe. Cuando se añade esta raíz a una salsa de jitomate, resulta un sabor ligeramente picante que llega, incluso, a adormecer la lengua. También se utiliza para calmar el dolor de dientes. Esta raíz se acostumbra añadir a bebidas como el tequila y el aguardiente de caña, porque se dice que sirve para dormir bien y para que pase más rápido el trago. En la actualidad, si bien la especie no está en peligro de extinción, se le conoce poco y sus usos tienen riesgo de perderse.

Conocida también como:

  • chilamagua (San Luis Potosí)
  • chilcahue (Querétaro)
  • chilcuague o chilicuahue (Querétaro)
  • chilmécatl
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