Diccionario gastronómico

Fruta de la pasión o maracuyá

Fruto de una liana, de la familia de las pasifloráceas, originaria de Amé­rica tropical, que también se cultiva en África, Australia y Malasia.

La pasiflora, pasionaria o flor de la pasión debe su nombre a la forma de corazón que poseen las flores, cuyos órganos evocan los distintos instrumentos de la pasión de Cristo (corona de espinas, martillo, clavos).

La fruta de la pasión, del tamaño de un huevo de gallina, se re­cubre con una piel amarillenta (entonces se denomina maracuyá) o pardo-rojiza, lisa y brillante cuando no está madura. Posee una pulpa amarilla-anaranjada, acidulada y muy perfumada, llena de pequeñas semillas negras comestibles. Es poco calórica (46 kcal o 193 kJ por cada 100 g), rica en provitamina A y en vitamina C, y se come al natural, con cucharilla, con azúcar y, opcionalmente, rociada con kirsch o ron. Se emplea para la preparación de sorbetes, bebidas, ge­latinas y cremas dulces.

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