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Resultados de la búsqueda: Crepa
Crepería
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Restaurante de origen bretón, especializado en la degustación de crepas de trigo candeal o de alforfón, dulces o saladas, con rellenos variados y preparadas al momento. Actualmente, las creperías se han implantado en todas las regiones francesas, incluso lejos del litoral. En ellas es característico el vaso de sidra, y se pueden encontrar otras especialidades bretonas, como las sardinas a la parrilla.
Carnaval
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Periodo de regocijo popular y de celebraciones festivas, que tiene lugar en los días que preceden al Miércoles de Ceniza, víspera de la Cuaresma.
Su origen se remonta a las fiestas romanas de las calendas de marzo, que celebraban el despertar de la naturaleza mediante ritos agrarios: las prohibiciones se transgredían y se autorizaban los disfraces y se quemaban maniquíes de paja en medio de los gritos. En el campo, los ritos mágicos se mezclaban con celebraciones gastronómicas.
Teóricamente, en Francia, el carnaval se extiende desde el día de Reyes hasta el Miércoles de Ceniza, pero antaño alcanzaba su paroxismo durante la cena del Martes de Carnaval, en la que abundaban carnes de todo tipo.
En la región de Champaña esta cena debía incluir pies u orejas de cerdo. En el Marne se comían los gallos vencidos durante las peleas del día. En Turena, el plato especial era una pierna de cabra; en el Lemosín, un conejo relleno; en el Quercy, un gran volován que contenía un pollo despiezado con una salsa con salsifís. En Provenza era de rigor el gran alioli. En el Nivernais, la cena estaba compuesta de: caldo con pasta, res hervida con verduras, gallo a la sangre (o en salsa blanca), pavo u oca asados, ensalada de ajo y aceite de nueces, queso blanco con crema, tarta de ciruelas pasas y brûlot de aguardiente de orujo.
Estas festividades reunían a un gran número de personas, por lo que era preciso realizar postres bastante baratos y con celeridad, preparados con la ayuda de una buena fogata, y de ahí la tradición de las crepas, de los waffles, de los buñuelos y otras golosinas semejantes.
En el este de Bélgica se celebra el carnaval comiendo “buñuelos bola de Berlín”, o bien ensaladilla rusa (Mamédy); en el oeste (Tournai), la víspera del Martes de Carnaval se prepara un “conejo del lunes perdido”.
En Quebec se asocia una bebida con el carnaval: el “caribú”, una mezcla de aguardiente puro (entre 40 y 80% Vol.) y vino tinto, que se bebe por la calle para calentarse.
En Suiza, en Basilea, la costumbre requiere comer sopa de harina y tartas de cebolla o de queso. En Lucerna se degustan los Fasnacht Chuechli, una especie de buñuelos fritos.
Candelaria
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Fiesta católica (2 de febrero) que conmemora la presentación de Jesús en el Templo y la Purificación de la Virgen. La palabra procede del latín festa candelarum (fiesta de las Candelas) porque ese día se encendían —y se siguen encendiendo— muchos cirios en las iglesias. En Europa la fecha del 2 de febrero coincide también con el inicio de las labores en el campo después de los rigores del invierno. En esta ocasión, en Francia, se comen crepas y buñuelos: platos a base de harina, que, por su forma redonda y su color dorado, podrían simbolizar el sol. La utilización de trigo candeal de la cosecha anterior atraía la bendición sobre la cosecha futura, según se creía antaño.
Existe una serie de supersticiones relacionadas con las crepas tradicionales de la Candelaria. En Borgoña es preciso lanzar una a lo alto del armario para que el dinero no falte durante el año. También se considera que la persona poco diestra, que deja caer una crepa al girarla, tendrá mala suerte.
En México se celebra, junto con las festividades de la Virgen, el levantamiento del niño Jesús del nacimiento. Para la ocasión, las personas que encontraron los muñecos en la rosca de reyes del 6 de enero hacen la fiesta a la que se vieron comprometidos. En cada lugar existen maneras diferentes de celebrarla y distintos alimentos que se elaboran para este día, ya sea para convivir o regalar. Por ejemplo, en Acahuato, Michoacán, se preparan los achicaladitos, en el Distrito Federal se acostumbra ofrecer tamales y chocolate con leche.
Cajeta
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
La cajeta es un dulce de leche de cabra, de consistencia líquida y muy espesa, preparado con azúcar, bicarbonato de sodio y algún almidón como fécula de maíz.
Preparación
La leche mezclada con los demás ingredientes se hierve por varias horas en un cazo de cobre sin dejar de mover hasta que espesa y adquiere un color café claro. Se pueden añadir otros ingredientes como vainilla, canela o ron para resaltar el sabor, y cuando la cantidad de ellos es generosa, entonces se convierte en una cajeta que adquiere el nombre del sabor, por ejemplo, cajeta de vainilla.
Usos
La forma más común de comer esta golosina es a cucharadas o untada sobre pan. Además, se pueden elaborar con ella otras preparaciones como flanes, gelatinas, hot cakes o crepas.
Brik
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Especie de crepa de los países del Magreb de pasta muy fina, que se rellena con cordero magro picado con cebollas y menta, sobre la que se coloca un huevo. A continuación, el brik se dobla y luego se fríe en aceite en una sartén. La masa, de consistencia elástica, está hecha con harina, agua y sal. Posteriormente se cuece con aceite de oliva según una técnica muy delicada: se moja la palma de la mano en agua fría, y luego en la masa, que se extiende en la sartén con un movimiento circular; rápidamente se despega la hoja de brik con un cuchillo, sin agujerearla, y se deposita sobre un paño seco. También se venden en comercios hojas de brik preparadas.
Blinis
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Pequeña crepa salada y gruesa, elaborada con una masa fermentada que, en principio, incluye harina de trigo candeal y harina de alforfón. En la cocina rusa, los blinis se sirven con crema agria y mantequilla fundida para acompañar entremeses, caviar o pescado ahumado. Se cuecen en una pequeña sartén especial de fondo grueso y borde alto. Existen distintas variedades: con crema de arroz (una mezcla de flor de harina de trigo y harina de arroz), con huevos (se añaden huevos duros picados a la masa clásica), con sémola y con leche (en lugar del alforfón y del agua), con zanahorias en puré incorporadas a la masa.
Maple o arce
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Árbol de las regiones templadas, de la familia de las sapindáceas. Una de sus variedades, el arce de azúcar, crece en el noroeste de América del Norte y principalmente en Quebec (70% de la producción total). Su savia, incolora, recogida mediante una incisión de los troncos en primavera, se reduce por ebullición de treinta a cuarenta veces su volumen para que proporcione, según el grado de cocción, un jarabe límpido y dorado de sabor herbáceo, o un azúcar puro que se presenta en bloques o granulado. El maple fue prácticamente la única fuente de obtención de azúcar de los primeros pioneros, pero con el tiempo, el jarabe de maple lo ha suplantado en el favor popular. Hoy en día se utiliza para acompañar y endulzar crepas, hot cakes y helados o perfumar mousses y suflés.
El jarabe espeso de maple puede batirse y enfriarse rápidamente para obtener la mantequilla de maple. Existen muchos otros productos derivados del jarabe de maple: aperitivo, digestivo, jalea, caramelos, etc.
África negra
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
La cocina africana, más diversificada en el oeste del continente que en el este, ha conservado una cierta rusticidad (cocción lenta en hoguera de leña, utilización del mortero y de la marmita en la que se cuecen todos los ingredientes conjuntamente), además de estar íntimamente vinculada a los recursos locales.
El plato básico de la cocina africana, cuyo nombre cambia dependiendo el país, descansa en la asociación de dos elementos esenciales: por un lado una fécula (mandioca, ñame, batata o taro) o un cereal (arroz, sorgo o mijo), reducidos en pasta o en papilla, y por otro lado, una salsa o guiso muy consistente, en la que se combinan verduras (espinacas, semillas de palma, jitomates, gombos), carne y/o pescado, pistaches, cacahuates, mangos verdes, etc. En general los platos africanos más comunes se preparan guisados o cocidos sin agua en un utensilio de tierra (canari), pero siempre presentan un extraordinario surtido de condimentos (especias, chiles, tamarindo, pasta de mijo, larvas de insectos y saltamontes secos, etc.). El cacahuate, el aceite de palma y el coco aportan su sabor a las preparaciones de carne y de pescado. La mandioca es la fécula básica, y el sorgo el cereal más difundido.
Los menús africanos no cuentan con ensaladas de verduras crudas, pero las sopas son numerosas y variadas.
Las calabacitas y los tubérculos son las principales verduras, con las “hojas verdes” (de calabaza, de berenjena o ejotes) y todas las variedades de plátanos (que se consumen en pasta, en croquetas, salteados o fritos).
El cuscús es un platillo presente en toda África. Está compuesto más a menudo por mijo que por trigo, aunque también se hace con maíz y con trigo completo. Según los recursos locales, la guarnición de verduras varía: col verde y cacahuates crudos en Malí; dátiles, uvas pasas y centros de alcachofa en Níger; calabaza y berenjenas en Burkina.
En algunas regiones se pueden encontrar guisos de víbora, de cola de cocodrilo, de mono o de camello; aunque también existen platos menos insólitos: el pollo, en particular, se prepara de formas muy diferentes (con coco, jengibre, plátanos verdes o cacahuate), mientras que la res y el cerdo a menudo se brasean o se hacen en cocido, y el cordero se come asado. En el litoral, los recursos de la pesca permiten variar agradablemente los menús.
Las frutas son numerosas, muy diversificadas y a menudo de una notable riqueza alimentaria. Con ellas se hacen compotas y cremas (de corojo, de aguacate). También acompañan al arroz con leche y a las papillas dulces, mientras que con los plátanos se realizan deliciosos buñuelos y con el camote se preparan pasteles (con coco) y crepas. Las frutas dan asimismo bebidas (leche de coco o de corojo, zumo de plátano, sidra de piña).
Se consumen en gran medida bebidas alcohólicas típicas: mengrokom (aguardiente de maíz y mandioca) en Gabón; cerveza de mijo en Togo; aguardiente, vino de palma y babine (bebida fermentada de hojas de aguacate).