Diccionario gastronómico

Ruibarbo

Planta vivaz de la familia de las poligonáceas, originaria del norte de Asia, cuyos peciolos carnosos de las hojas son comestibles. El ruibarbo se convirtió en hortaliza hacia el siglo XVIII.

Es poco energético (16 kcal o 67 kJ por cada 100 g), contiene pota­sio y algo de sodio. Es muy laxante. Contiene gran cantidad de ácido málico (1,3 g por cada 100 g) y de ácido oxálico (0,5 g por cada 100 g).

Existen numerosas variedades: de tallos verdes, más o menos coloreados de rosa o de púrpura, con peciolos firmes, quebradizos, densos, que pierden su jugo cuando se rompen.

Los peciolos de ruibarbo, a los que siempre se añade azúcar du­rante la cocción, ya que son muy ácidos, sirven para preparar con­fituras, compotas y mermeladas, que se realzan a menudo con cáscara de limón o con jengibre. La compota puede acompañar al pescado. El ruibarbo se emplea también en los chutneys y en la composición del rabarbaro, un aperitivo italiano.

Los canadienses combinan el ruibarbo con la manzana y los frutos rojos, para hacer tartas, pasteles, sorbetes y ponches refrescantes.

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