Coloque en un recipiente la harina con la sal y fórmele un hueco en el centro.
Disuelva la levadura en el agua y añádala, junto con los 100 gramos de Masa madre que reservó, al hueco que formó en la harina. Incorpore todos los ingredientes con los dedos, de adentro hacia fuera, hasta que estén mezclados.
Coloque la masa sobre una superficie de madera y amásela, dándole ligeros golpes hasta obtener una textura tersa y elástica.
Deje reposar la masa en un recipiente tapado durante 1 hora y media.
Mezcle la manteca de cerdo con el azúcar hasta obtener una pasta homogénea.
Coloque la masa en una superficie enharinada y dele forma de rectángulo de 20 por 30 centímetros, extendiéndola con un rodillo.
Extienda sobre el rectángulo de masa la pasta de manteca con azúcar y distribuya encima el romero.
Corte 12 cuadros del mismo tamaño con un cortador. Divídalos imaginariamente en tres rectángulos verticales y doble uno de ellos sobre la parte central; traslape el rectángulo restante. Gire la pieza de masa a 45° y doble nuevamente de la misma manera para obtener al final bollos cuadrados.
Engrase una charola honda de 5 centímetros de alto e introduzca en ella los bollos, uno junto al otro. Déjelos reposar durante 1 hora en un lugar cálido.
Precaliente el horno a 250 °C.
Realice a cada Bollo un corte superficial con la punta de unas tijeras. Hornéelos, con la función de calor húmedo o con un recipiente con agua en el piso del horno. durante 15 minutos.
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