Gelatina de almendras

A veces las apariencias engañan, esta receta sencilla tiene un sabor espectacular.

Dificultad: Fácil

Categoría: Postres y dulces

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Rendimiento: 8 porciones

2½ cucharadas de grenetina en polvo (20 g) o 10 láminas
1 lata de leche condensada (397 g)
1 lata de leche evaporada (352 ml)
1 lata de media crema (225 g)
1 taza de almendras (150 g) peladas
½ cucharadita de esencia de almendras (2.5 ml)

Decoración

1 taza de leche condensada (397 g)
⅔ de taza de almendras (80 g) cortadas en tiras, tostadas

molde cuadrado de 20 cm

Desde la Edad Media se preparaban en Europa y en los países árabes distintos tipos de gelatinas de almendras. En México también ha sido un favorito a lo largo de la historia.

Hidratar la grenetina, dejarla reposar y fundirla.
Licuar los ingredientes restantes hasta que las almendras estén molidas muy finamente. Con el motor de la licuadora encendida, añadir la grenetina.
Vaciar la mezcla en el molde y refrigerar hasta que la gelatina cuaje.

Decoración

Al momento de servir, cortar la gelatina en cubos y colocarlos en copas; bañarlos con la leche condensada y decorarlos con las almendras.

Variante

Si buscas un sabor más misterioso y sofisticado, agrégale a la receta un poco de agua de azahar o de rosas, y sirve la gelatina con lichis, sorbete de mango o de chabacano.