En las últimas décadas, el estado de Michoacán se ha convertido en el mayor productor de aguacate en el mundo. La Asociación Agrícola Local de Productores de Aguacate de Uruapan, Michoacán, grandes promotores del fruto, me han invitado a diferentes lugares para fomentar el consumo de aguacate. En alguna demostración en Estados Unidos, desarrollé esta receta con gran éxito. Lo nombré tropical porque lleva mango, y es una recreación del guacamole de frutas de mi libro Verde en la cocina mexicana.
En realidad esta idea no es tan novedosa. Hay por lo menos cuatro estados del país cuyos recetarios antiguos registran guacamoles con frutas: Colima, Guanajuato, partes de Jalisco y Aguascalientes. En este último se hace uno con verduras encurtidas en vinagre y cueritos de cerdo al que llaman “guacamole exquisito”. Sin embargo, en ninguno se utiliza mango.
Debo decir que esta receta es una de mis favoritas y que es la única que realmente he inventado.
Procedimiento
Mezcle en un tazón grande el mango, la jícama, la cebolla, el ajo, el jugo de limón, la sal y la pimienta; reserve.
Parta los aguacates por la mitad y retíreles la semilla. Extraiga con una cuchara toda la pulpa y macháquela ligeramente. Mézclela con el mango y los demás ingredientes. Pruebe y añada más sal si es necesario.
Sirva el guacamole y adorne con los granos de granada. Acompañe con los totopitos.
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