Se trata de una receta baja en calorías, con todo el sabor que distingue a nuestra cocina. Es un platillo casero creado por mi madre, Ticha, para comer cualquier día de la semana. Ella le quita la piel a cada muslo de pollo y con el cuchillo rasga a lo largo ambas orillas del hueso para abrirlo y hacerlo un poco más plano. Este corte ayuda a que la carne se cueza uniformemente, pues es común que el muslo quede crudo en el medio. No retire el hueso porque contiene sabor.
Evidentemente, ésta es una receta para los amantes de las hojas de acuyo; es necesario utilizar una hoja grande para envolver cada pieza, o si son chicas tendrá que usar dos. La salsa es similar a un caldillo, pero si usted la desea más espesa puede agregar más tomate y una hoja de acuyo.
Procedimiento
Caliente el aceite con la sal en una cazuela. Cuando humee, agregue los muslos de pollo y baje inmediatamente a fuego medio para que el pollo se selle y se cueza en su jugo, sin dorarse; transcurridos 6 minutos, voltéelos y cueza durante 6 minutos más. Retírelos del aceite y envuelva cada muslo en una hoja de acuyo. Reserve.
Licue el ajo, la cebolla, los chiles y el tomate con el caldo de pollo hasta que obtenga una salsa tersa que no sea necesario colar.
Regrese el pollo al sartén donde se selló, suba a fuego alto y tan pronto esté caliente vierta la salsa sobre el pollo. Al primer hervor baje a fuego medio, tape y cueza durante 10 minutos.
Voltee el pollo para que se cueza del otro lado por 10 minutos más. Destape la olla y deje reducir la salsa durante 5 minutos.
Sirva el pollo en platos hondos extendidos acompañado con la guarnición.
Información adicional
CONSEJO
Poner sal sobre el aceite ayuda a que las piezas de pollo no se peguen en el recipiente de cocción y que absorban la sal necesaria, dejando la suficiente para condimentar la salsa. A mí me gusta utilizar muslos muy pequeños envueltos en hojas chicas de acuyo; en este caso, calculo dos por persona.
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