Sin esta salsa tan común, la cocina mexicana sería muy triste. Me gusta mucho el contraste que hacen los tomates cocidos y licuados con los demás ingredientes crudos, es una gran favorita para muchos. Usualmente la gente cuece los tomates y el chile, pero de acuerdo con las señoras de Tláhuac, en el Distrito Federal, los chiles tardan más tiempo en cocerse que los tomates; ellas prefieren cocer primero los chiles y después añadir los tomates, como se muestra en el procedimiento de la receta.
Procedimiento
En una olla pequeña con tapa, caliente el agua a fuego alto. Cuando hierva a borbotones añada los chiles, tape y déjelos cocer por 5 minutos. Agregue los tomates, vuelva a tapar y cueza por 5 minutos más o hasta que los tomates estén bien cocidos pero no deshechos. Apague, cuele, deseche el agua y deje enfriar los chiles y tomates por 15 minutos para poder licuarlos.
Licue los chiles y los tomates hasta obtener una salsa tersa; vierta el molido en un tazón y mezcle junto con los demás ingredientes crudos. Pruebe y ajuste de sal.
Sirva a temperatura ambiente.
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