Esta receta, de exquisita manufacturación, es muy antigua en Juchitán, Oaxaca. Hace mucho tiempo, pasaba el lechero diariamente a entregar la leche fresca a las casas. La señora de la casa tenía una olla especial a la que designaba “la olla de la leche”, la cual era bastante alta para que la leche no se derramara al hervir. De esta forma se obtenía nata todos los días, y si ésta no era consumida con una tortilla caliente o con frijoles, se guardaba por varios días hasta juntar cierta cantidad para hacer tamales, o se batía con sal para hacer mantequilla.
En la actualidad, estas prácticas ya no son tan comunes, por lo cual es un lujo comer estos tamales. Esta receta la aportó la Sra. Jovita Castillo Hernández, de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca.
Procedimiento
Salsa de jitomate asado
Licue todos los ingredientes hasta obtener una salsa tersa que no sea necesario colar. Pruebe y ajuste de sal. Reserve.
Tamales
Bata la nata con la manteca, la sal y el polvo para hornear hasta que blanquee.
Mezcle la harina para tamales con la nata batida. Añada el caldo poco a poco y bata hasta obtener una mezcla homogénea y esponjosa. Reserve.
Tome un poco de la masa preparada y con una cuchara grande extiéndala sobre una hoja de maíz, ponga un poco de pollo. Cierre el tamal sin apretar demasiado para que la masa no se salga por el orificio de la base de la hoja. Repita este paso con el resto de las hojas y el pollo.
Acomode los tamales en una vaporera y cuézalos durante 1 hora o hasta que éstos se despeguen fácilmente de la hoja.
Sirva los tamales acompañados de salsa de jitomate asado.
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12 de diciembre de 2022 a las 1:42 pm
ME PARECE APETITOSA LA RECETA,LA DIFICULTAD,RELATIVA,ES CONSEGUIR LA NATA,PERO NO IMPOSIBLE.MUCHAS GRACIAS POR COMPARTIR.