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Resultados de la búsqueda: Hierbas de olor
Hierbas de olor
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Conjunto de hojas de laurel, tomillo y mejorana utilizadas en el centro del país. En los mercados se compran ramos frescos de estas hierbas y pueden utilizarse así o dejarse secar. Por lo regular se pueden desatar para utilizar la cantidad necesaria, de acuerdo con la preparación que se realiza.
Olores
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Término utilizado para denominar a la mezcla de hierbas de olor y especias que varían dependiendo del cocinero. Las más importantes son: ajo, clavo, jengibre, comino, pimienta, laurel, tomillo, mejorana, orégano y canela. Es común en Jalisco. Las mezclas de olores se utilizan para condimentar las marinadas y salsas de las birrias.
Vino tinto
- Diccionario: Glosario digital de vino
Término utilizado para denominar a la mezcla de hierbas de olor y especias que varían dependiendo del cocinero. Las más importantes son: ajo, clavo, jengibre, comino, pimienta, laurel, tomillo, mejorana, orégano y canela. Es común en Jalisco. Las mezclas de olores se utilizan para condimentar las marinadas y salsas de las birrias.
Vino naranja
- Diccionario: Glosario digital de vino
Término utilizado para denominar a la mezcla de hierbas de olor y especias que varían dependiendo del cocinero. Las más importantes son: ajo, clavo, jengibre, comino, pimienta, laurel, tomillo, mejorana, orégano y canela. Es común en Jalisco. Las mezclas de olores se utilizan para condimentar las marinadas y salsas de las birrias.
Macerador
- Diccionario: Glosario digital de gastronomía
Término utilizado para denominar a la mezcla de hierbas de olor y especias que varían dependiendo del cocinero. Las más importantes son: ajo, clavo, jengibre, comino, pimienta, laurel, tomillo, mejorana, orégano y canela. Es común en Jalisco. Las mezclas de olores se utilizan para condimentar las marinadas y salsas de las birrias.
Tapado
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Término utilizado para denominar a la mezcla de hierbas de olor y especias que varían dependiendo del cocinero. Las más importantes son: ajo, clavo, jengibre, comino, pimienta, laurel, tomillo, mejorana, orégano y canela. Es común en Jalisco. Las mezclas de olores se utilizan para condimentar las marinadas y salsas de las birrias.
Guarnición aromática
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Composición a base de verduras, aromatizantes y condimentos diversos, utilizada para enriquecer una preparación en sabores y olores, sobre todo para las cocciones largas. Según los casos, puede comprender: ajo, bayas de enebro, ramillete de hierbas aromáticas, zanahoria, apio, cebolla (a veces claveteada con clavos de olor), poros, perejil, etc. Siempre se retira de la preparación antes del servicio.
Espinaca
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Hortaliza de la familia de las quenopodiáceas, cuyas hojas de color verde oscuro (con protuberancias o lisas) se suelen comer cocidas, como verdura, o crudas, como ensalada, cuando son jóvenes y tiernas. Las espinacas, ricas en agua y pobres en calorías (de 20 a 32 kcal o de 84 a 134 kJ por cada 100 g), son muy digestivas, y contienen muchos elementos minerales (principalmente hierro) y vitaminas.
Originarias de Persia y desconocidas por los antiguos, se vendían en la Edad Media frescas o cocidas, picadas y prensadas en bolitas. En el siglo XVII se cocinaban con azúcar y se cultivaban más de diez variedades, entre las que destacaban la “monstruosa de Viroflay” y la “maravilla de Versalles”.
En la actualidad, pueden comprarse todo el año, pero sobre todo de marzo a mayo; las variedades de invierno tienen hojas más grandes que las de verano. Las espinacas también se pueden adquirir en conserva (en rama, picadas o en puré) o congeladas (representan 80% del consumo total).
Las espinacas en rama (es decir, solo blanqueadas, escurridas y servidas con mantequilla fresca) son un acompañamiento clásico de la ternera, las aves y los huevos, y también son ingredientes de platos regionales, como tartas y tians, empanadillas y patés. Participan asimismo en la composición de rellenos (mezcladas con otras hierbas, sobre todo acedera) o ensaladas y sirven para hacer suflés, purés y gratenes. Es la verdura característica de las preparaciones a la florentina.
Barbacoa
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Hortaliza de la familia de las quenopodiáceas, cuyas hojas de color verde oscuro (con protuberancias o lisas) se suelen comer cocidas, como verdura, o crudas, como ensalada, cuando son jóvenes y tiernas. Las espinacas, ricas en agua y pobres en calorías (de 20 a 32 kcal o de 84 a 134 kJ por cada 100 g), son muy digestivas, y contienen muchos elementos minerales (principalmente hierro) y vitaminas.
Originarias de Persia y desconocidas por los antiguos, se vendían en la Edad Media frescas o cocidas, picadas y prensadas en bolitas. En el siglo XVII se cocinaban con azúcar y se cultivaban más de diez variedades, entre las que destacaban la “monstruosa de Viroflay” y la “maravilla de Versalles”.
En la actualidad, pueden comprarse todo el año, pero sobre todo de marzo a mayo; las variedades de invierno tienen hojas más grandes que las de verano. Las espinacas también se pueden adquirir en conserva (en rama, picadas o en puré) o congeladas (representan 80% del consumo total).
Las espinacas en rama (es decir, solo blanqueadas, escurridas y servidas con mantequilla fresca) son un acompañamiento clásico de la ternera, las aves y los huevos, y también son ingredientes de platos regionales, como tartas y tians, empanadillas y patés. Participan asimismo en la composición de rellenos (mezcladas con otras hierbas, sobre todo acedera) o ensaladas y sirven para hacer suflés, purés y gratenes. Es la verdura característica de las preparaciones a la florentina.
Azafrán
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Planta de la familia de las iridáceas, de origen asiático. Se aprovechan los estigmas que produce su flor para dar color a los guisos, especialmente en platillos de origen español, como la paella. Los españoles aprendieron su uso de los árabes y luego llegó a México. En Chiapas existen familias de origen español que aún lo utilizan en guisos ya mexicanizados. Es común que se incluya en el arroz solo o con almejas u otros mariscos; también se hace el tamal de azafrán y sopa de pan, entre otras recetas. Es sumamente caro y se vende en sobres pequeños. Cabe mencionar que en los mercados populares también se venden con el nombre de azafrán otras hierbas que no tienen relación con el azafrán ni con el azafrancillo.
Flor de nabo
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Flor pequeña de la familia de las brasicáceas. Tiene cuatro pétalos color amarillo brillante. Estas flores miden entre 8 y 9 mm de largo y están agrupadas en racimos sobre un tallo robusto que sale de la parte central entre las hojas de la planta del nabo. Se recolectan cuidadosamente por su exquisito sabor y se venden en manojos en los mercados populares del Distrito Federal, el Estado de México e Hidalgo. Para su consumo, las flores se cuecen en agua por poco tiempo, se escurren y se guisan en tortitas o con cebolla, ajo y huevo. Siempre se encuentran junto a otras hierbas que se venden en mercados o tianguis, pero muchas veces pasan inadvertidas porque mucha gente no sabe que son comestibles y cree que es alimento de pájaros.
Carne
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Músculos de los mamíferos y de las aves que pueden ser consumidos como alimento. Existe una distinción entre la carne roja (cordero, res, carnero) y la carne blanca (cerdo, ternera, conejo, aves de corral). También se establece una diferencia entre la carne de carnicería (despojos, res, cordero, cerdo y ternera), de charcutería (cerdo), de las aves de corral y de la caza.
La carne está compuesta de fibras proteicas rodeadas de finas membranas (colágeno) y reunidas en haces que forman los músculos. En un animal de carnicería, existen unos 200 músculos que se pueden consumir, y que pesan desde unos gramos hasta varios kilogramos. Algunos de ellos están rodeados de gruesas fajas de tejido conjuntivo, las aponeurosis. La naturaleza de las fibras y el estado del tejido conjuntivo determinan el destino culinario de los cortes. Así, en la res, se distinguen las piezas de cocción rápida (a la sartén, a la parrilla o asadas) y las de cocción lenta (para hervir, bresear o guisar). Las masas musculares están rodeadas de una grasa más o menos abundante. Cuando ésta se encuentra entre los haces del músculo, se dice que la carne está entreverada.
En la composición de las carnes, el índice de proteínas es constante (aproximadamente 20% en el músculo limpio y sin grasa, con aminoácidos abundantes, indispensables para la alimentación), mientras que el de los lípidos varía según el animal y la pieza. Los carbohidratos están ausentes, ya que el glucógeno muscular se transforma, al morir el animal, en ácido láctico. La carne roja contiene, asimismo, sales minerales (sobre todo hierro y fósforo) y vitaminas.
Generalmente se distinguen las carnes magras (menos de 5% de lípidos en el músculo); las carnes medianamente grasas (de 5 a 10% de lípidos); y las carnes grasas (más del 10% de lípidos). Las grasas saturadas y monoinsaturadas son de res, y en el caso del cerdo son sobre todo monoinsaturadas y poliinsaturadas. El índice de agua de la carne es tanto más importante cuanto más delgado está el animal y oscila entre el 65 y 75%.
La carne es un alimento proteico indispensable por su riqueza en aminoácidos, diferentes de los que aportan los vegetales. Una vez cocinada, conserva sus sales minerales y sus vitaminas.
El sabor de la carne depende sobre todo de la cocción y la preparación. Su flaveur es difícil de precisar: es ligeramente ácido y recuerda a la mantequilla. Se digiere con facilidad y se asimila bien.
Inmediatamente después del sacrificio del animal, la carne se somete a una maduración de 7 días a una temperatura de 2 °C; pasado este tiempo, está lista para ser consumida. Sus características de color, suavidad, capacidad de retención del agua, jugosidad y sabor dependerán de muchos factores, principalmente la edad, raza y alimentación del animal, así como de la pieza anatómica de la que se trate.
Los modos de cocción de la carne se dividen hoy día en dos grandes métodos, subdivididos en diversas técnicas:
– Cocción rápida, en la cual se distinguen tres técnicas:
1. Cocción de las piezas tiernas en una sartén, con una materia grasa muy caliente.
2. Asado de las piezas tiernas sobre brasas o una parrilla (lo cual elimina una buena parte de las materias grasas).
3. Asado al horno, en espetón o en una charola, con poca o nula cantidad de materias grasas y rociando frecuentemente la pieza.
– Cocción lenta, que agrupa tres técnicas:
1. Cocción en sartén (dorado y luego cocción con el recipiente tapado, en un líquido corto y aromático).
2. Braseado y cocción en ragú en un caldo o vino (a veces también cerveza, sidra o leche), para que la carne se vuelva más tierna.
3. Pochar en un líquido más abundante (agua), con verduras y aromatizantes.
La carne se consume casi siempre sometida al fuego y caliente, aunque también fría y a veces cruda (carpaccio, tártara); en estos casos se acompaña de hierbas, especias y aromatizantes para realzar su sabor. La carne poco cocinada es digestiva y conserva todas sus cualidades; la carne hervida experimenta transformaciones mucho más importantes (mientras que el caldo se carga de principios nutritivos); la carne asada, en horno o en parrilla, más olorosa y sabrosa, es, para ciertos amantes de este alimento, más apetitosa que la carne hervida.
La conservación de la carne se puede realizar de diversas formas:
– La congelación y, en grado menor, la refrigeración son procedimientos de conservación eficaces.
– La cocción en grasa y la conservación en un lugar fresco son también buenos procedimientos para los confits de oca, pato y cerdo.
– La salazón, practicada desde la Antigüedad, se efectúa con las carnes crudas como el cerdo y la res.
– El ahumado se practica principalmente en la carne de cerdo y en los embutidos, así como en las aves. Algunas piezas de res se trataban tradicionalmente de este mismo modo, aunque esta carne no soporta bien las modificaciones de sabor debidas al humo.
– El secado de la carne es un procedimiento practicado en las regiones en las que el aire es seco y puro.
– La criodesecación o liofilización es un procedimiento reciente de preparación de las carnes secas. Dispuestas en capas finas, se congelan y luego se desecan por sublimación (paso directo del agua que contienen en estado sólido al estado gaseoso).
– La apertización (esterilización mediante calor) hoy en día se emplea habitualmente para la conservación de las carnes cocidas o cocinadas.
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