Diccionario gastronómico

Costilla o chuleta

Hueso plano, alargado y más o menos curvo de la parte lateral del tórax de los animales de carnicería. Suele haber trece pares, salvo en el cerdo, que tiene catorce y a veces quince.

En carnicería, la costilla o chuleta corresponde a una pieza cortada en la región dorso-lumbar y está constituida por la parte superior del hueso, una parte de la vértebra y los músculos adheridos.

Todas estas costillas se consumen a la parrilla o asadas, y el cos­tillar a menudo se asa entero.

  • Chuleta de res. La chuleta con su hueso, o chuleta inglesa, es una pieza de primera calidad, que se asa en el horno o a la parrilla, y que es más sabrosa si procede de un animal bastante graso.

  • Chuleta de ternera. Las primeras o segundas chuletas, procedentes del costillar, se asan a la parrilla o se cuecen asadas con muy poca grasa.

  • Chuletas de aguja. Algo más firmes, se suelen hacer asadas, mien­tras que las chuletas centrales, que se obtienen del lomo, son bastante anchas. No presentan “costilla”, y a menudo se rellenan o, en ocasiones, se empanizan.

  • Chuleta de cerdo. Las primeras chuletas se cortan en la cabeza de lomo, magro y bastante tierno, en el carré, donde se distinguen las primeras costillas y las segundas, más secas, o bien en el lomo bajo. Todas estas piezas, parcialmente deshuesadas, pueden asarse enteras, en el horno o en espetón.

  • Costillas de carnero o de cordero. Se distinguen de delante hacia atrás: las costillas de aguja (obtenidas levantando la paletilla), bastante magras; las segundas costillas de palo, más entreveradas de grasa; las primeras costillas de palo, con un buen medallón; las costillas de riñonada (sin hueso largo), cuyo medallón se prolonga en una parte de la pared abdominal, y que con frecuencia en el caso del cordero se presentan dobles (con los 2 lomos).

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