Diccionario gastronómico

Membrillo

Fruto del árbol homónimo de la familia de las rosáceas. Redondeado o piriforme, amarillo y recubierto de una fina pelusa en su madurez, desprende un olor fuerte, y su carne dura, muy áspera cuando está cruda, es rica en tanino y en pectina.

Es poco calórico (33 kcal o 138 kJ por cada 100 g) y rico en potasio. Sirve sobre todo, siempre con la adición de azúcar, para preparar compotas, jaleas y ates. En Oriente se come también salado, relleno como el pimiento o en tagines y guisos, o incluso para acom­pañar aves asadas (codorniz, pollo).

Originario del Cáucaso y de Irán, el membrillo o pera de Cidonia no solo se emplea en cocina: sus pepitas, por ejemplo, se utilizan en perfumería y en medicina.

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