Diccionario gastronómico

Metal

Cuerpo denso, opaco, insoluble en agua o en los disolventes usuales, que es asimismo un buen conductor del calor. Por ello la mayor parte de los utensilios de cocción son de metal. Los metales, sus­ceptibles por otra parte de adquirir una superficie bruñida y fáciles de trabajar, en caliente por fusión o forja, en frío por laminado, estampa­do, repujado, se utilizan desde la Antigüedad para fabricar vajilla.

 – El cobre se calienta y enfría rápidamente, con lo que permite tiem­pos de cocción muy precisos, pero es costoso y debe mantenerse con cuidado, pues se oxida; por ello, a menudo se estaña en su interior.

 – El aluminio, menos costoso, más ligero y fácil de mantener, se de­forma fácilmente y reacciona ante ciertos productos alimentarios.

 – El hierro colado se calienta y se enfría con mayor lentitud. Presenta el inconveniente de romperse con facilidad, ser pesado y oxidarse, salvo cuando se esmalta, pero el esmalte es frágil y reduce todavía más los intercambios térmicos.

 – El acero inoxidable, sólido, inalterable, es mal conductor; por ello, el fondo de los utensilios de acero inoxidable a veces lleva una capa de otro metal.

 – El hierro se emplea en forma de plancha, esmaltada o no, para fabricar sartenes y recipientes de fritura. Recubierto con una capa de estaño, y transformado así en hojalata, la chapa es irreemplazable para la fabricación de las latas de conserva.

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