Diccionario gastronómico

Sandía

Gran fruta de una planta de la familia de las cucurbitáceas. Esférica u ovalada, con la piel de color verde oscuro, la sandía pesa de 3 a 5 kg, su pulpa tiene tonalidades rojizas, de color más o menos intenso, muy refrescante y ligeramente dulce, pero sin mucho sabor. La pulpa contiene grandes semillas negras planas.

La sandía, de origen tropical, es conocida desde la Antigüedad. Su composición, en la que destaca el agua (92%), es poco nutritiva (30 kcal o 125 kJ por cada 100 g) y rica en betacarotenos, potasio y fibras. Cuando se compra debe ser pesada y no sonar a hueco.

Por lo general se corta en rodajas que se comen al natural para refrescarse (en algunos países se vende en plena calle). Una vez despepitada, la pulpa también puede añadirse a ensaladas de frutas. En ciertos países se recoge la sandía inmadura para prepararla como la calabaza. También se puede elaborar una confitura con 750 g de azúcar por cada kilogramo de sandía pelada.

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