Durante los años que estudié en San Diego, California, tuve de compañero de clase a Carlos Herrera, originario de Culiacán, Sinaloa; él me enseñó varios platillos sinaloenses. La primera vez que probé el chilorio era de lata, que es una forma muy popular de consumirlo fuera de Sinaloa.
En una ocasión fue a pasar la Navidad en su casa y trajo el auténtico chilorio preparado por su mamá, su maleta estaba llena de chilorio, tamales y chorizo; recuerdo que por varios días tuvimos verdaderos festines.
El chilorio es un platillo importante, se acostumbra en reuniones y fiestas; se come en tacos con tortillas de maíz o de harina, y con él también se rellenan las chimichangas.
Los cortes de carne más utilizados son falda, espaldilla y pierna; sin embargo, yo prefiero la cabeza de lomo porque es muy suave.