La salsa brava tarahumara apareció publicada en la portentosa colección de La cocina familiar en los estados de la República, patrocinada por Banrural. Ésta corresponde al estado de Chihuahua, a su vez aportada por el DIF (Desarrollo Integral de la Familia) del mismo estado.
A esta receta tuvieron que hacérsele muchísimas pruebas, pues las cantidades originales que ellos sugerían servían para alimentar un pueblo entero, y al reducirla, el sabor no era del todo correcto.
Llamó mi atención el hecho de que en esta receta todos los ingredientes están crudos y, sin embargo, la combinación del resultado final es magistral.
Es justo señalar que fue nombrada así en honor a los indígenas que habitan en Chihuahua, pero la receta no es indígena; de hecho, existe una amplia investigación antropológica y gastronómica de este grupo y no se tiene ningún registro de ninguna otra salsa que pudiera ser similar o con la que se pueda comparar.