También conocido como flan blanco, el merengón era un postre muy popular en los años 50 en México, aunque su origen es mucho más antiguo. Combinado con fruta, es un tesoro que bien vale redescubrir.
Procedimiento
Caramelo
Calentar el azúcar a fuego alto hasta que tenga color ámbar claro.
Vaciar el caramelo en el molde y moverlo cuidadosamente para cubrir el fondo. Reservar.
Salsa de vainilla
Batir las yemas con la mitad del azúcar hasta que estén pálidas y esponjosas. Reservar.
Hervir la crema para batir y la leche con el resto del azúcar y la vaina de vainilla abierta por la mitad a lo largo.
Combinar las yemas batidas con un poco de la mezcla de crema y leche caliente y añadirlas a la cacerola. Cocinar a fuego bajo, sin dejar de mover, hasta que la preparación espese.
Agregar el extracto de vainilla y colar la salsa. Vertirla en un tazón colocado sobre otro más grande con agua y hielos para enfriarla rápidamente.
Merengón
Calentar el horno a temperatura máxima.
Batir las claras hasta que estén espumosas. Añadirles el cremor tártaro y continuar batiendo hasta que las burbujas de aire se vean más pequeñas.
Incorporar la mitad del azúcar y batir hasta que la mezcla espese.
Añadir el resto del azúcar y batir hasta que se vea brillante y, al tomar un poco de la mezcla con los dedos, ya no se sientan los cristales de azúcar.
Vaciar la mezcla en el molde con caramelo y alisar la superficie.
Introducir el molde en el horno y apagarlo. Dejar cocer sin abrir la puerta hasta que el horno se haya enfriado por completo.
Desmoldar el merengón y servirlo con la salsa de vainilla.
Información adicional
Consejo
La forma de hornearlo es poco convencional pero crucial. Síguela cuidadosamente para obtener un buen resultado.
Sirve el merengón con mangos rebanados o fresas.
En el caramelo del molde puedes colocar almendras fileteadas para obtener una presentación más formal.
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