En este postre se conjugan a la perfección la untuosidad del queso, la acidez y dulzura del ate y la textura crujiente de la pasta phylo recién horneada.
Procedimiento
Corte 160 rectángulos de pasta phylo de 15 × 20 cm.
Barnice los rectángulos con la mantequilla derretida y apílelos en 32 montoncitos de 5 rectángulos cada uno.
Hornee los montoncitos a 180 °C por 15 minutos o hasta que empiecen a dorarse. Saquelos del horno y dejelos enfriar.
Para armar los mil hojas, cubra un rectángulo de pasta phylo con un poco de queso rallado y algunas rebanadas de ate; coloque encima otro rectángulo de pasta phylo y repita el procedimiento 2 veces más.
Espolvoree los mil hojas con azúcar glass y horneelos por algunos minutos para que se funda el queso. Retírelos del horno y sírvalos de inmediato.