Ponga sobre el fuego una olla grande con suficiente agua, cuando hierva, sumerja el pulpo durante algunos segundos y retírelo rápidamente; repita este paso dos veces más. Sumérjalo nuevamente en el agua y, cuando hierva, baje el fuego. Cueza el pulpo durante 25 minutos o hasta que esté suave y que al insertarle un cuchillo, éste se deslice suavemente. Retire la olla del fuego y déjelo reposar durante 10 minutos.
Coloque las rodajas de papa en una olla, cúbralas con agua y añada un poco de sal. Ponga la olla sobre el fuego y cueza las papas durante 15 minutos o hasta que estén suaves. Escúrralas y resérvelas.
Escurra el pulpo y córtelo en trozos de 2 centímetros de grosor.
Acomode las rodajas de papa en un plato y distribúyales encima los trozos de pulpo. Espolvoree sal y páprika al gusto y rocíe con un poco de aceite de oliva.