Tartaletas de frutos secos

Pequeñas tartas con relleno firme y textura ligera.

Dificultad: Medio

Categoría: Postres y dulces

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Rendimiento: 8 tartaletas

Masa para tartaletas

1⅔ tazas de mantequilla (260 g), cortada en cubos y congelada
2⅔ tazas de harina (375 g)
1 cucharadita de sal (4 g)
½ cucharadita de polvo para hornear (1 g)
6 cucharadas de agua con hielo (90 ml)
1 cucharadita de vinagre de manzana (5 ml)

Relleno de frutos secos

3 huevos (150 g)
1 pizca de sal
1 taza de cajeta (300 g)
⅔ de taza de frutas secas (150 g) picadas (chabacanos, pasitas, dátiles)
½ taza de nueces y almendras (70 g) picadas + 2 cucharaditas

Decoración

½ taza de cajeta (150 g)
8 bolas de helado de vainilla

8 moldes individuales para tartaleta

Estas tartaletas son perfectas para un regalo. Colócalas dentro de una canasta y decórala a tu gusto; el relleno es suficientemente firme para que se conserven intactas.

Masa para tartaletas

Trabajar en un procesador la mantequilla con la harina, la sal y el polvo para hornear hasta obtener una consistencia de arena.
Incorporar el agua y el vinagre, trabajando lo menos posible la masa, hasta obtener una consistencia uniforme y lisa.
Cubrir la masa con plástico adherente y dejarla reposar durante 30 minutos en el refrigerador.
Extender la masa sobre una superficie lisa espolvoreada con un poco de harina y forrar con ella los moldes para tartaleta.
Picar toda la superficie de las tartaletas con un tenedor y hornearlas a 180 °C durante 10 minutos, sin que se doren.

Relleno de frutos secos

Mezclar todos los ingredientes y rellenar las tartaletas generosamente.
Hornear las tartaletas a 170 °C por 15 minutos, o hasta que se hayan dorado y el relleno se sienta ligeramente firme. Dejar enfriar.

Decoración

Servir las tartaletas con 1 bola de helado y decorar con un poco de cajeta.

Consejo

Para garantizar unas tartaletas con textura ligera, asegúrate de preparar la masa con mantequilla congelada y de agregar el vinagre; la cantidad de este último ingrediente es tan sutil que su sabor no se distingue al probar la tarta.

Puedes preparar la masa hasta con un mes de anticipación y conservarla en congelación.