Es que hay platillos dulces y salados que nos transportan a las épocas navideñas con sólo pensar en ellos. Obviamente los postres y panes no son la excepción, alrededor de todo el mundo hay preparaciones dulces elaboradas para degustarse en esta época del año.
Panettone: tradicional de Navidad
Esta preparación navideña es una de las más conocidas. Se trata de un gran pan brioche italiano con pasas, cascaras de limón y naranja confitadas, vainilla y almendras. Es una especialidad de la ciudad de Milán; pero existen otras variantes. En algunos países se le suelen adicionar otro tipo de ingredientes como frutas cristalizadas, chocolate, especias e incluso los hay rellenos
Algunas fuentes indican que esta preparación era parte de un ritual de Nochebuena que existía desde antes del siglo XV, llamado el rito del tronco. Este rito consistía en quemar un tronco en una chimenea; posteriormente los miembros de la familia se colocaban alrededor y celebraban consumiendo vino y panettone. Generalmente se elaboraban tres piezas de este pan para repartir entre los presentes, aunque se guardaba una porción para el año siguiente.
La versión del panettone que conocemos hoy en día se originó alrededor del año 1920, cuando a la masa se le adicionó más mantequilla; por lo tanto, los panaderos utilizaron papel de estraza para contener la masa. Así se obtuvo el pan alargado con forma de cúpula muy distintivo de esta preparación.
Perú es el mayor consumidor de panettone después de Italia, al punto de que es considerado parte de las fiestas tradicionales.
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Fruit cake: de añejos recuerdos
Hablamos de un pastel elaborado con frutas cristalizadas, frutos secos y especias; generalmente este pastel se moja con un jarabe saturado de azúcar y algún licor, es uno de los panes por excelencia en las épocas navideñas. Este pan se caracteriza por ser bastante duradero, ya que el azúcar y el licor lo conservan.
Actualmente, el Memorial de la Guerra Australiana posee en su colección, un fruit cake de más de 100 años de antigüedad. Éste pan fue horneado con el fin de celebrar la llegada de Moss Valentine Brasington, un trabajador que regresaba a Australia después de tres años de servicio en la Fuerza Imperial Australiana. Sin embargo, se quedó guardado hasta que fue descubierto por su nieta en el año 2015. Aunque el exterior se encuentra cubierto con moho, en el interior aún es posible identificar las frutas con las que está hecho. Eso si es un milagro navideño.
Stollen: un clásico navideño
Es originario de Dresde, Alemania. Se trata de un pan de fruta ligero, relleno de mazapán y cubierto con azúcar glass; a la masa se le agregan cascaras de cítricos cristalizados, frutas secas, almendras y especias.
Originalmente se le conocía como striezel. Su forma simboliza al Niño Jesús envuelto en pañales y era preparado en la época de adviento. Sin embargo, el nombre se sustituyó debido a que algunas personas pensaban en el túnel de la entrada de una mina, que en alemán se llama Stollen.
Aunque este singular pan se prepara en todo el mundo; los stollen oficiales se elaboran en Dresde. Desde 1994, se celebra en esta ciudad el Stollenfest; donde se prepara un stollen de 3 a 4 toneladas. Este enorme pan desfila en un carruaje por las calles de la ciudad; finalmente es cortado y distribuido entre la multitud a cambio de una pequeña suma que se destina a la caridad.
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Buñuelos: mexicano de corazón
No podíamos dejar atrás a una preparación tradicional de las navidades mexicanas. Es una fritura dulce elaborada con harina, huevo, agua, sal y manteca de cerdo; se sirve espolvoreada de azúcar o bañada con miel de abeja o piloncillo. Aunque se consumen durante todo el año, son preparadas especialmente en las fiestas navideñas.
La palabra buñuelo es de origen incierto, algunos consideran que surge del latín medieval bungo, que significa bulbo. Otros datos históricos indican que puede ser una preparación de origen árabe, llevada a Europa por los cruzados.
Existen dos tipos de buñuelos: los buñuelos de rodilla se llaman así porque, anteriormente, era común que se extendieran con ayuda de la rodilla cubierta por un trapo húmedo; y los buñuelos de viento se elaboran con ayuda de un molde especial que otorga al buñuelo una forma similar a la de una estrella.
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¿Se te antojó alguna de estas preparaciones? Esperamos que sí. Cada uno de los postres anteriores tiene su encanto, así que te invitamos a preparar alguno en esta época decembrina y compartirlos con tus seres queridos.
Por Paola Quiroz
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