Contexto histórico
Los Balcanes y otros epicentros enológicos de Europa, así como México han sido el camino recorrido por la mexicana Natalia López y Branko Pjanic, originario de Bosnia Herzegovina.
Estos enólogos hicieron de San Miguel de Allende, Guanajuato, el sitio perfecto para emprender Cava Garambullo. Pioneros y guías en el tema de vinos naturales, caracterizados por el uso de levadura autóctona, el trabajo sin aditivos, correcciones y sin filtrar.
Lo aprendido por más de 15 años resulta en una serie de etiquetas que desde 2017 salen de su bodega en Hacienda la Romita —a las afueras de San Miguel de Allende—, elaboradas a partir de uvas (orgánicas o biodinámicas) libres de herbicidas y pesticidas sistémicos y similares que vienen de diferentes terruños de la zona del Bajío, como Guanajuato y Querétaro.
Hay visitas a la bodega, siempre bajo reserva, pues son Natalia y Branko quienes acompañan a los interesados a conocer su propuesta enológica en una hermosa cava interior. Vinos que maridan con productos locales como quesos, conservas y charcutería.
Misión
Seguir conociendo el territorio mexicano y sus particularidades a través de los vinos y divertirse en el proceso. Utilizar la imaginación, creatividad y compartir su particular forma de elaborar vinos con las personas que resuenan o comparten su estilo de producción.
Enólogo
Natalia López y Branko Pjanic, quienes comenzaron en la enología en 2008.
Información de interés general
Estos enólogos han sido guía y maestros para muchos proyectos en el Bajío, como Barrigones o el viñedo agroecológico Tierra de Peña, ambos en Querétaro.
Cava Garambullo produce 7 000 botellas, y aunque no cuenta con viñedos propios trabajan con 7 terruños diferentes. Toda la uva crece sin herbicidas o pesticidas. En la parte de enología todo se trabaja con levaduras autóctonas. No se realiza ninguna corrección en mosto, ni se utiliza aditivo, lo único agregado en los vinos son dosis muy pequeñas de metabisulfito —o sal de potasio— al momento de embotellar.