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Chile Simojovel
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Chile fresco pequeño muy picante, de color rojo y forma cónica. Mide 2 cm de largo y 2.5 en su parte más ancha. Se usa de forma regional, en Simojovel, Chiapas, en guisos como el ciguamonte y el tamal de bola, además de varias salsas picantes.
Chile
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Fruto picante originario de América, de la familia de las solanáceas del género Capsicum, del que existen variedades de muchos tamaños, formas y colores. De las especies que existen, en México se utilizan Capsicum annuum, Capsicum chinense y Capsicum pubescens. Es un ingrediente indispensable en los guisos de México; se dice que es el chile el que define, caracteriza y hace único el sabor de la cocina mexicana. Por ello, es también llamado el rey de la cocina mexicana. Se consumen frescos o secos y, dependiendo de su preparación, se emplean como verdura o condimento con usos gastronómicos notablemente diferentes; frescos tienen un nombre y secos otro.
Está presentes en los guisos más representativos e importantes de México: base de todos los moles verdes, poblanos, rojos, amarillos y negros, además de adobos, salsas crudas y cocidas, pipianes, chileatoles, caldos, sopas, así como para pescado, mariscos y muchísimos otros. Por su sabor los chiles se clasifican como dulces o picosos, aunque los chiles dulces sólo son menos picantes. Algunos como el poblano se consideran suaves, pero en ocasiones pueden resultar tan picosos como un jalapeño o un serrano. Éstos, a su vez, ocasionalmente pueden no ser tan picantes, por lo que no se puede establecer una regla tajante acerca del picor, que depende en gran medida del clima y de la cantidad de sol y de agua que recibe la planta cuando crece. Los chiles pequeños son por lo general más picosos que los grandes. Entre los chiles frescos, los más picosos son el habanero y el manzano, seguidos del jalapeño, el serrano, el chile de árbol, el chile de agua y el chile chilaca; moderadamente picantes son el chile poblano y el chile verde del norte. Un chile que verdaderamente no pica e incluso tiene sabor dulce es el llamado chile dulce, que crece en el Sureste. Entre los secos, los más picosos son el chipotle, el mora, el morita, el chile de árbol, el pasilla de Oaxaca y el piquín; otros menos picantes son el pasilla y el cascabel. Los chiles que aportan gran sabor a los guisos y que normalmente no se consideran picosos, pero que pueden llegar a serlo, son el ancho, el mulato, el guajillo, el seco del norte y los chilhuacles. El chile poblano se convierte en ancho, el jalapeño en chipotle, el chilaca en pasilla y el bola en cascabel, por mencionar algunos ejemplos. Cada región de México se distingue por algún chile en su cocina e incluso algunos estados tienen un chile al que se le podría llamar representativo. En los estados del norte predominan el chile verde del norte, en sus formas seco del norte, chile pasado y chile colorado. En Jalisco es típico el chile colorado, llamado chilacate. En los estados del centro del país se ocupan ampliamente los chiles poblano, ancho, chilaca, pasilla, jalapeño, chipotle, verde, de árbol y guajillo, aunque son comunes en una gran porción territorial que incluye estados que están al norte y al sur. Oaxaca es uno de los estados que más chiles únicos tiene, entre ellos los chilhuacles negro, rojo y amarillo, el chilcostle, el chile de agua y el pasilla oaxaqueño. En Chiapas, entre otros chiles típicos están el Simojovel y el pico de paloma. En Tabasco encontramos el chile amaxito; en Yucatán y otros estados de aquella península, los chiles habanero, xcatic, seco yucateco y el chile dulce.
En el México prehispánico, el chile fue llamado chilli en náhuatl. Conjuntamente con el maíz, el frijol y la calabaza formó parte de la dieta diaria de los antiguos mexicanos. Rastros arqueológicos demuestran que el cultivo del chile fue anterior al del jitomate y el maíz. Desde entonces, México ha producido mayor volumen y variedad de chiles que cualquier otro país. Los antiguos mayas dieron nombre a una deidad cósmica que aludía al chile. Zak-Tzyis, de ak, hierba y tzir, picante; es decir, hierba picante. El chile es ampliamente mencionado en las mitologías y literaturas prehispánicas y en el Códice Mendocino se menciona la cantidad de chiles que algunas provincias debían pagar como tributo al pueblo mexica. La información que existe de aquella época, y que comprueba el gran uso y estima que tuvo el chile, es muy vasta. A su llegada, los españoles le llamaron ají (voz haitiana), pimiento y pimienta de las Indias; estos nombres los recibió el chile debido a que los españoles desconocían este fruto y su sabor picante lo relacionaban con el de la pimienta, además de que trataban de darle nombre castellano a todo lo que encontraban a su paso. Durante la Conquista y después de ella, muchos chiles fueron llevados de México y del resto de América al Viejo Mundo y al Oriente, donde mutaron dando lugar a nuevas variedades. Hoy, en múltiples formas, es quizás el condimento más utilizado en el mundo, con una producción significativa en México, Centroamérica, Sudamérica y Asia. Para los mexicanos el chile no es tan sólo un ingrediente de la comida, sino también un símbolo de identidad nacional, un emblema fálico en el que están implícitos la virilidad, el machismo y la picardía de los mexicanos, íntimamente ligado a las tradiciones y creencias de México. De manera sorprendente, en la actualidad todavía se prohíbe a las mujeres que se acerquen y entren a los chilares, ya que se piensa que la presencia femenina produce maleficios irreparables en los plantíos. Así lo creen algunos sembradores de chile, principalmente en Veracruz, Puebla, Tlaxcala, México y Morelos. Otro ejemplo más de estas implicaciones culturales, es que un chile que no pica o no pica lo suficiente se le denomina chile joto. Cabe mencionar que los chiles que se enlistan en este documento pertenecen a la variedad C. annuum, excepto en los casos del chile habanero y el chile manzano, donde se menciona su nombre científico.
Cochito al horno
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Guiso hecho de carne de lechón. El cochito al horno es una receta muy tradicional y forma parte de las llamadas comidas grandes de Chiapas. Existen diferentes formas de prepararlo. En Tuxtla Gutiérrez, el cochino entero y sin vísceras se marina en jugo de naranja agria, se cocina en horno de leña y se sirve acompañado de frijoles negros refritos. Las vísceras cocidas se guisan con jitomate, cebolla, chile, cilantro y limón, y suelen servirse como botana, con tostadas, antes de comer el cochito.
En Chiapa de Corzo tradicionalmente se unta el lechón con un recado de jitomate, cebolla, ajo, chiles anchos, vinagre, pimienta gorda, canela y tomillo. Se deja reposar una noche y se cocina en horno de adobe. El cochito se pone en un platón y se adorna con ensalada de lechuga y cebollas rebanadas y chile tempinchile, uno de los más usados. En Simojovel es un guiso de carne de cerdo cortada en porciones y cocida en agua con sal para incorporarla a un guiso hecho con chiles guajillo y ancho, vinagre de piña, pimienta negra, clavo, jitomate, tomate, cebolla, ajo, nuez moscada, tomillo, orégano y canela. Se deja hervir, se le añaden hojas de arrayán y luego se hornea.
En San Cristóbal de las Casas es un preparado de espinazo y pierna de cerdo adobada desde un día antes. Al día siguiente se cuece con agua y se hornea hasta que queda seco. Al momento de servirlo se adorna con lechuga y rabanitos picados finamente. Cochi es el nombre en tseltal que recibe el cerdo; mientras que el lechón o cerdito se llama cochito. Este platillo también es conocido como cochinito horneado.
Ayocote
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Del náhuatl ayecohtli. Es el más grande de todos los frijoles de México, del que existen muchas variedades. Miden desde 2 cm de largo, y los hay de colores morado, café, rojo y pintos, según la región. La planta produce unas flores rojas comestibles que se venden en los mercados locales durante el mes de febrero. Casi todos los ayocotes adquieren un tono café oscuro y pierden su color original al cocerse.
En el Distrito Federal generalmente son morados, pero se encuentran de muchos otros colores, separados o revueltos. Son muy consumidos en Xochimilco. Suelen cocinarse con tequesquite; aunque se pueden cocer como otros frijoles, se prefieren caldosos. En Xochimilco y Milpa Alta el mole se sirve con ayocotes y en ocasiones sin carne. En Chiapas la flor de bótil o ayocote se aprovecha cociéndola en agua y guisándola en caldillo de jitomate o sazonadas con cebolla y chile Simojovel.
En Hidalgo los frijoles pueden estar guisados en salsa de mole con carne de cerdo, longaniza y chicharrón. En Oaxaca se produce una variedad de color negro muy grande, donde son comunes los ayocotes cocidos en mole coloradito, especialmente en vigilia. En Querétaro también los llaman ayecotes; los más comunes son morados, pero los hay también negros, blancos y pintos. Se cocinan con carne de cerdo y también se cuecen con piloncillo o azúcar en preparaciones dulces. Suelen comerse como plato principal en la comida del mediodía.
En Tlaxcala se preparan en tlacoyos y con atole agrio. Los ayocotes con carne de cerdo se condimentan con chile guajillo y pasilla, pimienta, comino, clavos, ajo y hoja de laurel. Los que se sirven con mole o guisados, son un platillo especial que se prepara en el Distrito Federal, Hidalgo, Estado de México, Puebla y Morelos. Existen muchas variantes, pero en todos los casos los frijoles se sirven enteros. En Veracruz existe una variedad llamada elamajetl, que se utiliza para preparar tamales.
La variedad llamada frijoles moros es la más grande de toda la familia y también la más cara. Se pueden cocinar frescos, como ejotes, pero la gran mayoría se deja secar como cualquier frijol. Sirven para acompañar cualquier comida; son la guarnición perfecta para el mole y, por su gran tamaño, se procura no molerlos ni hacerlos refritos, y aunque son buscados por su gran tamaño, muchos prefieren los más pequeños, porque se dice que entre más grande sean más dulces resultan. La raíz se denomina cimatl o cimate y se utiliza como condimento en algunos guisos y como potencializador del pulque.
Tamal de bola
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Variedad de tamal que se caracteriza por tener forma redonda o de bola. En Chiapas es un tamal relleno con carne de cerdo guisada en salsa de jitomate con especias y un chile Simojovel entero y frito. Se envuelve con hojas de maíz y se amarra por ambos extremos con tiras de la misma hoja para formar una pelota. En ocasiones se le agrega chicharrón molido. Se acostumbra prepararlo en el área de San Cristóbal de Las Casas y Comitán, Chiapas. En Guerrero la masa de maíz se mezcla con asientos de chicharrón, se acostumbra comerlos en la Costa Chica. En la sierra Norte de Puebla, específicamente en Naupan, es un tamal elaborado con masa de maíz relleno con un guiso de carne de cerdo con chile ancho, chile guajillo, canela, clavo y quintoniles; se envuelve en hoja de maíz y se cuece al vapor.
Chiapas
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Variedad de tamal que se caracteriza por tener forma redonda o de bola. En Chiapas es un tamal relleno con carne de cerdo guisada en salsa de jitomate con especias y un chile Simojovel entero y frito. Se envuelve con hojas de maíz y se amarra por ambos extremos con tiras de la misma hoja para formar una pelota. En ocasiones se le agrega chicharrón molido. Se acostumbra prepararlo en el área de San Cristóbal de Las Casas y Comitán, Chiapas. En Guerrero la masa de maíz se mezcla con asientos de chicharrón, se acostumbra comerlos en la Costa Chica. En la sierra Norte de Puebla, específicamente en Naupan, es un tamal elaborado con masa de maíz relleno con un guiso de carne de cerdo con chile ancho, chile guajillo, canela, clavo y quintoniles; se envuelve en hoja de maíz y se cuece al vapor.
Pilico
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
- Condimento elaborado con cal viva, sal de Ixtapa, chile parado, tabaco y pepitas de calabaza. Todo se muele y a veces se agrega una flor llamada flor de azufre. Es un polvo de color verde que los indígenas chamulas transportan en un guaje. Se consume en compañía de posh. Es típico de Chiapas.
- Preparación que consiste en una salsa de pepita de calabaza molida, chile simojovel y huevo cocido en rebanadas, espesada con fécula de maíz. Cuando no es época de vigilia es común que el guiso se elabore con carne de res o cerdo.
Chicharra
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Insecto volador del orden Hemiptera que tiene cuatro alas y ojos muy separados, mide entre 20 y 65 mm de largo y produce un sonido muy peculiar. En el Valle del Mezquital, Hidalgo, se hacen las chicharras con nopales horneados y en chile mora. En el primer caso, se mezclan nopales en tiras, chicharras, chile guajillo, chile verde, cebolla y ajo, todos picados y espolvoreados con orégano, comino y hierbabuena; se envuelven en pencas de maguey y se cuecen por una hora en horno de tierra; el guiso puede contener también carne de cerdo o pollo.
Las chicharras en chile mora, se hacen en una salsa cocida de chile mora, ajo, cebolla y jitomate, todos picados y fritos antes de añadirles las chicharras molidas en molcajete. La mezcla se puede utilizar como salsa picante para distintos platillos o servir como base de otros guisos con nopales, carne de pollo o de cerdo. También conocido como cigarra o chicharra de huamúchil, pues habita en los árboles de huamúchil de la región zapoteca de Yalalag, Oaxaca. En Simojovel, Chiapas, se consume también la larva de una chicharra conocida como zatz. Conocida también como cigarra.
Zatz
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Larva de una chicharra, de unos 13 cm de largo. Es de color verde, con rayitas color café y amarillo. Las mejores se encuentran en los árboles de capulín o corcho. Se exprimen para sacarles la hierba que hubieran comido y las vísceras; después se lavan y se les quita una bolsita verde conocida como pancita. Luego se marinan con jugo de limón, chile Simojovel seco, sal y agua. En Simojovel, Chiapas, se comen fritas, como botana, en tacos o solas.
Tamal pitaúl
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Preparación de masa de maíz batida con manteca de cerdo, caldo de pollo y sal. La masa se unta en hojas de plátano y se rellena con una mezcla de pimienta, clavo, canela, azafrán, chile Simojovel, bolillo tostado, jitomate y caldo de pollo; cada tamal lleva una almendra, una ciruela y una raja de chile dulce y se cuece al vapor. Es típico de Chiapas.
Tamal de untado con azafrán
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Tamal elaborado con masa de maíz y manteca de cerdo, relleno de ciruela pasa, almendra, rajas de pimiento morrón y pollo guisado en un recado preparado con pan francés, clavo, pimienta, canela, azafrán y chiles Simojovel. Se envuelve en hoja de plátano y se cuece al vapor. Lo preparan los coletos de San Cristóbal de las Casas, Chiapas.
Ciguamonte, ciguamut o cihuamonte
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Guiso que cambia de nombre según la región donde lo preparan. Tradicionalmente se ha elaborado en comunidades indígenas con carne de animales monteses o silvestres como venado, jabalí, mono o tlacuache; sin embargo, debido a la escasez de estas especies o a la prohibición de su consumo, se elabora con más frecuencia con chivo, res o conejo. El procedimiento es muy similar en todos los casos: primero se asan las carnes y luego se guisan con condimentos.
Es un platillo típico de Chiapas. En Jiquipilas, el ciguamonte suele cocinarse con carne de venado o res, con jitomate, chile guajillo, cebolla, hierba santa, ajo y epazote. En San Cristóbal de las Casas, el ciguamut, como también se le conoce, suele prepararse con ijar, jitomate, ajo, cebolla, achiote, epazote, chile Simojovel, papas y zanahorias, entre otras verduras. Una variedad llamada postoma se espesa con masa batida. En varios lugares la carne se cocina con jitomates y mucho epazote. En algunos casos, este guiso se puede parecer al chocolomo de Yucatán.