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Resultados de la búsqueda: Almuerzo
Tentempié
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Alimento que se consume entre comidas “para mantenerse en pie”, es decir, para mitigar el hambre. Puede tratarse de cualquier bocadillo, aunque los antojitos son el mejor ejemplo. En las comunidades rurales, por ejemplo, se consume un tamal y atole antes del desayuno o del almuerzo.
Foto: Quesadillas y sopecitos de gusanos. (León Rafael).
Japón
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
La refinada cocina japonesa se basa en elementos poco numerosos, pero que se realzan con una poesía y una delicadeza incomparables. La gastronomía nipona descansa tanto en el sabor de los alimentos, a menudo sutilmente combinados (verduras, productos del mar, arroz y soya), como en la presentación y los utensilios de mesa.
También se ha visto influida por aportaciones occidentales como la técnica de la fritura (tempura), importada por los jesuitas en el siglo XVII, y el aumento sensible del consumo de carne (sobre todo pollo y cerdo), que en otros tiempos estaba condenado por los preceptos budistas. Antaño, el sukiyaki, que se ha convertido en el plato nacional nipón, lo cocinaban los campesinos de manera clandestina.
Platos en armonía con las estaciones. Uno de los grandes principios de la cocina japonesa es que todo producto debe servirse en su estación propicia. La primavera se celebra con el “pastel del ruiseñor”, a base de arroz viscoso amasado, relleno de pasta de frijol dulce y espolvoreado con harina de guisante, también dulce. En abril se comen calamares crudos. Mayo es el mes del shincha, el té nuevo (verde como reza la costumbre, pero espeso y perfumado) y del ayu, pequeño pescado de agua dulce de carne delicada, asado a la parrilla con sal.
En primavera también tiene lugar la “fiesta de los niños”, dedicada antaño de forma exclusiva a los varones, con diferentes manjares preparados que evocaban la virilidad y el coraje: cigalas presentadas con las pinzas erguidas (como un casco de samurai), pasteles de arroz envueltos en hojas de roble (símbolo de crecimiento vigoroso).
En verano se toma anguila asada en carbón de madera, paté de soya relleno de bonito seco, cebollín y jengibre, o tallarines de alforfón glaseados. En agosto, época en la que hace mucho calor, los platos son ligeros y refrescantes: pollo frito, pepinos rellenos con pasta de ciruela, trucha en caldo corto y erizos de mar.
Otoño es la estación de los hongos, sobre todo del matsutake, con su exquisito sabor a carne asada, que se marina en salsa de soya y sake, y luego se asa o se cuece al vapor con pollo, pescado y nueces de ginkgo. También es la época del kaki y de las castañas, excelentes con el arroz dulce. Septiembre, mes de la Luna, es la época de las rodajas de abalone cocidas al vapor de pepino, de los brotes de bambú hervidos, de los rollos con anguilas y de los huevos duros.
El invierno impone comidas más recias: terrina de pulpo con daikon (rábano grande ligeramente amargo), sopa con hongos desecados. En noviembre el arroz es muy sabroso. El gohan es el arroz cocido y esta palabra significa también, por extensión, “comida”. Esta estación también es la de los pescados de carne blanca, que se sirven crudos, a la parrilla o fritos, en ragú o en sopa. Las sopas de tallarines con carne y verduras, apreciadas todo el año, son muy adecuadas para los rigores del invierno, durante el cual se puede tomar la deliciosa mandarina, símbolo del Sol, regalo ritual el día de fin de año.
Unos pocos ingredientes se repiten sin cesar, pero siempre preparados de distintas maneras. En primera fila figuran la soya, que se multiplica en miso, tofu y salsas, y el arroz, con innumerables preparaciones dulces o saladas.
Los demás ingredientes corrientes son específicos: vino de arroz suave (mirin) o fuerte (sake), vinagre de arroz, aceite de ajonjolí, mostaza de rábano picante (wasabi), daikon, calabaza seca, bardana, shirataki (una fécula extraída de una especie de ñame y a la que se da forma de pasta fina), brotes de bambú y raíces de loto.
El sabor de los adobos se despliega en una gama de pickles (ciruelas, rábanos, jengibre, erizos de mar). Los tallarines y los fideos, gruesos o muy finos, pueden ser de harina de alforfón, trigo o arroz.
Los productos del mar se imponen con una amplia gama de algas secas (nori, konbu, wakame), que pulverizadas o comprimidas se añaden a las salsas, a las sopas, a las cremas y a las guarniciones. Otro ingrediente muy utilizado es el atún seco (katsuobushi). Son indispensables el jengibre, la pimienta, la guindilla, la mostaza, el glutamato y las especias y finas hierbas frescas, sobre todo el perejil y el cebollín.
Los platos se preparan con técnicas características. Así, el pescado a menudo se come crudo, finamente cortado (sashimi). El pollo se asa con sal o se adoba en agridulce, y luego se fríe y se rocía con el adobo. La duración de las cocciones siempre es de una precisión extrema. La carne de res es poco frecuente, pero casi siempre se corta en lonchas finas, se asa y luego se pasa rápidamente por un caldo de verduras.
Hay dos técnicas niponas características: el nahemono (platos cocidos en la mesa, sobre una parrilla o en un recipiente de fondue) y el nimono (alimento hervido en un líquido aromático). La cocción al vapor también es muy usual.
El auténtico orgullo de la cocina japonesa es la fritura. Ésta exige mezclas de aceites cuidadosamente dosificados, en particular para los buñuelos, que se sirven en surtido, con un abanico de salsas. También cabe mencionar el arte del corte, tanto para la preparación como para la presentación, que requiere utensilios especiales y una gran destreza.
Los japoneses se encuentran entre los mayores consumidores de pescado y de marisco del mundo. Sus aguas poseen gran número de especies de pescados marinos, multitud de algas comestibles, cetáceos, moluscos y crustáceos (abulones, almejas americanas, cangrejos, camarones, bogavantes y ostras), de un sabor y una diversidad excepcionales (debidas a la presencia de una corriente cálida y otra fría que convierten las aguas niponas en un vivero gigante). El atún, el bonito, la dorada y la sepia son los más consumidos, sobre todo en forma de filetes crudos, servidos con salsa de soya, mostaza y rábano picante, o bien como sushi (bolitas de arroz al vinagre, envueltas con algas y rellenas con carne de pescado o de crustáceo).
Una de las especialidades es el fugu, un pescado que contiene un veneno muy fuerte, pero su carne es muy apreciada. Se sirve solo en ciertos restaurantes, en los que el chef posee una licencia especial que garantiza una degustación sin peligro. El pescado también se prepara muchas veces en fritura.
El desayuno se compone por lo general de un bol de arroz con algas secas, una sopa de miso o un plato de huevos. El almuerzo, bastante frugal y muy rápido, se reduce muy a menudo a arroz acompañado por huevos y carne (chuleta de cerdo o hamburguesa) o a tallarines, fríos o en sopa. La cena, en cambio, es más completa y refinada. Suele incluir al menos cuatro variedades de platos, que combinan preparaciones líquidas, crujientes y cocidas a fuego lento, algunas de sabor intenso y otras refrescantes. La alternancia de las consistencias y de los sabores es, en efecto, una de las reglas de oro de la cocina japonesa, en la que el color, la textura y la forma cuentan tanto como el gusto.
Junto a la cerveza, el té es la bebida de acompañamiento más difundida. Incluso es objeto de una ceremonia tradicional, el chadô, en el curso de la cual la tetera, los boles, las bandejas y las comidas refinadas concurren para que su preparación se convierta en un ritual simbólico de una gran armonía, que se desarrolla en familia o con ocasión de la visita de amigos.
Las golosinas y los pastelitos se reservan para las fiestas tradicionales o se saborean entre las comidas, como las frutas frescas. En las fiestas y en los grandes eventos se toman platos cargados de simbología, como la sopa de almejas americanas que se sirve en las bodas sintoístas (las dos partes de la concha evocan la unión), o el arroz rojo (cocido con azuki, pequeñas alubias rojas) que es un símbolo de felicidad.
En el día de Año Nuevo, los platos se presentan en una serie de “cajoncitos”, con la única excepción de las preparaciones de mochi, arroz viscoso amasado, al que se da forma de tortita y que se cuece con verduras (para los platos salados) o bien con alubias rojas y azúcar (para el postre). También se consumen carpa, castañas, hojas de crisantemo, helechos de la buena fortuna, naranjas y pan de pescado.
Luxemburgo
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
La cocina luxemburguesa ofrece algunas particularidades gastronómicas.
Habas, chícharos y papas han sido desde hace siglos una de las bases de la alimentación, junto con la avena (en papillas) y el alforfón (en tortitas y quenelles).
El almuerzo y la cena suelen comenzar con una sopa de verduras, más ligera en el primer caso. La más célebre es la bounesschlupp, que se prepara con frijoles verdes (con alubias y ciruelas se llama bohnensuppe).
Las hortalizas más frecuentes siguen siendo las papas y las coles. Las primeras se comen en muchas ocasiones, y se sirven en plato único, enriquecidas con cubos de tocino, o con potajes, carnes y pescados. Las segundas acompañan tanto a la carne como a los embutidos y patés o a las papas.
El otro pilar de la cocina luxemburguesa es el cerdo. El gras-double y las tripas forman parte de los menús típicos y el plato nacional es el pescuezo de cerdo ahumado con habas (judd mat gaardebounen). El cerdo se prepara de innumerables maneras: en ragú, en chuletas, breseado, asado, y los restos siempre se aprovechan.
Las numerosas salchichas presentan sabores muy variados, y los jamones están aromatizados y ahumados de distinta forma, como el jamón de Oesling, ahumado con madera de haya, roble y enebro.
Los pescados más consumidos son el lucio (al riesling) y la trucha (au bleu). Los cangrejos de río a la luxemburguesa son muy apreciados en las comidas de fiesta.
El kachkéis se prepara con leche descremada, cuajada y escurrida y se parece mucho à la cancoillotte. Se extiende sobre rebanadas untadas de mantequilla, con crema líquida o yema de huevo, y se suele acompañar con mostaza.
Los postres (crêpes, preparaciones con frutas, tartas y crema montada) son simples, exceptuando el baumkuchen, pastel cocido en espetón según una receta de origen austriaco de finales del siglo XVIII.
El Mosela evoluciona en un paisaje de viñas que incluye 98% de cepas blancas: Elbling, Rivaner, Auxerrois, pinots blanc y gris, riesling y gewurztraminer. Éstas proporcionan blancos clásicos, pero también espumosos y, desde 1988, crémants. El Elbling tradicional, establecido desde la época de los romanos, produce abundante vino rústico, muy apreciado por los conocedores a causa de su original pureza.
Merienda
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Ligera colación que se toma entre el almuerzo y la cena. Con la modificación de las horas de las comidas en el siglo XVIII, la merienda, que antaño se tomaba en Francia hacia las 17 horas y constituía una auténtica comida, se fue suprimiendo poco a poco. En la ciudad fue reemplazada por la moda inglesa del five o’ clock tea.
En México, la merienda refiere a la pequeña colación que se consume entre la comida y la cena. Ésta puede estar compuesta por un pan dulce, café, leche, café con leche, galletas, fruta, ensalada, etc. Se acostumbra aproximadamente a las 18 horas dependiendo de las costumbres familiares. Actualmente ha caído en desuso, sobre todo en las grandes ciudades.
Sardina
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Nombre que se aplica a varias especies de peces de agua salada y dulce, que se caracterizan por tener cuerpo comprimido con colores metálicos y manchas, y por formar grandes cardúmenes. Entre ellas se encuentran: boquerón (Cetengraulis mysticetus), sardina bocona (Cetengraulis mysticetus), sardina crinuda (Opisthonema libertate), sardina crinuda azul (Opisthonema bulleri), sardina crinuda machete (Opisthonema medirastre), sardina del noroeste (Sardinops sagax) y sardina piña (Opisthonema refulgens). Las sardinas de agua dulce son peces neotropicales muy abundantes; prácticamente se encuentran en todos los ríos y lagunas del país.
Las sardinas de agua salada son de color azul oscuro o verdoso en el dorso, y se pescan principalmente en ambas costas de la península de Baja California y a lo largo de las costas del Pacífico mexicano. La mayor parte de especies que se pescan se enlatan en aceite o en salsa de jitomate. Se come sola o acompañada de arroz o frijoles, se guisa con verduras y se emplea en tortas. En algunos estados del Pacífico se incluyen en los frijoles puercos, se mezclan con huevo para el almuerzo, o se comen como plato fuerte durante la vigilia. Cuando está fresca se fríe o asa en cualquier salsa de tomate o jitomate; algunos gustan de prepararla en escabeche o en cebiche. En Guerrero se agrega a una variedad de pozole.
Menudo
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Nombre que comparten diversos guisos elaborados con la panza de res. Salvo algunas excepciones, en los estados del norte del país prefieren llamarlo menudo; en el centro pancita o mole de panza, y en el sur y península de Yucatán, mondongo. Existe un platillo en España muy similar a nuestro menudo, los famosos callos a la madrileña, que seguramente fueron el origen del guiso que conocemos aunque en territorio mexicano, como era de esperarse, inmediatamente se le agregó chile. Consiste en un caldo preparado con la panza de res, que se condimenta con diferentes chiles y hierbas. En algunos lugares le añaden hoja de hierbabuena, ya que existe la creencia de que así no caerá tan pesado al estómago. En otros sitios se acostumbra agregar, además de esos ingredientes, maíz, a la manera de un pozole. En ciertos casos el menudo es muy caldoso y en otros se sirve casi seco.
Foto: Guiso, menudo de res. (Pablo Morales).
Desayuno
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Término utilizado para designar al primer alimento del día; significa romper el ayuno de toda la noche. Su constitución depende mucho del grupo cultural, la región y el poder adquisitivo; sin embargo, existen características que se pueden observar en casi todo el país. En comunidades rurales del sureste, las personas se levantan a las 4 o 5 de la mañana, por lo que toman simplemente un café con o sin leche y pan; a veces a esta primera comida le llaman puntal. Un par de horas después ingieren una comida más sustanciosa a la que nombran desayuno; si por alguna razón se hace más tarde o llegase a ser más copiosa de lo común, se llama almuerzo, por lo que desayuno y almuerzo muchas veces se emplean como sinónimos.
En otros lugares el desayuno puede ser pan de dulce con café o chocolate caliente y también puede incluir algún tipo de platillo a base de huevo o tortilla, como los chilaquiles. Sin embargo, el tradicional desayuno mexicano casero contiene jugo, fruta, pan de dulce, algún plato principal, café y mermelada. Cabe aclarar que un desayuno ideal en México es una comida muy sustanciosa y, tal vez, los desayunos mexicanos son los más abundantes en el mundo. En algunas partes del Distrito Federal, como en Tláhuac, el término desayuno se aplica a las infusiones de hojas de naranjo, canela o té de limón que se beben por la mañana.
En todo el país se vende el llamado desayuno de paquete, éste lo crearon las cadenas de cafeterías y restaurantes independientes o de hoteles; incluyen jugo de fruta, un plato de fruta, café y un platillo principal que da nombre al desayuno; el jugo de fruta más popular es el de naranja, pero también hay de toronja, zanahoria o combinado; las frutas más comunes son melón, papaya, sandía y piña; el plato principal es generalmente huevo preparado al gusto, o algún platillo a base de tortillas como chilaquiles o enchiladas, se incluyen una o varias tazas de café o té, pan tostado o bolillos y mermelada; está inspirado en la forma tradicional de desayunar en casa, por lo anterior tiene tanta popularidad y para muchos mexicanos es la forma usual de desayunar en cafeterías o restaurantes. Es también el desayuno ideal, pues contiene todos los componentes tradicionales del desayuno y es más barato para el cliente que pagar cada platillo o bebida por separado.
El desayuno mexicano incluye huevos revueltos a la mexicana; el norteño, huevos revueltos con machaca; el oaxaqueño está compuesto por huevos cocinados a la oaxaqueña, que con frecuencia son simplemente huevos en salsa roja; el ranchero tiene como platillo principal huevos rancheros; y pensando en los estudiantes se creó el desayuno universitario o estudiantil que lleva molletes.
Caldo de gallina
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Término utilizado para designar al primer alimento del día; significa romper el ayuno de toda la noche. Su constitución depende mucho del grupo cultural, la región y el poder adquisitivo; sin embargo, existen características que se pueden observar en casi todo el país. En comunidades rurales del sureste, las personas se levantan a las 4 o 5 de la mañana, por lo que toman simplemente un café con o sin leche y pan; a veces a esta primera comida le llaman puntal. Un par de horas después ingieren una comida más sustanciosa a la que nombran desayuno; si por alguna razón se hace más tarde o llegase a ser más copiosa de lo común, se llama almuerzo, por lo que desayuno y almuerzo muchas veces se emplean como sinónimos.
En otros lugares el desayuno puede ser pan de dulce con café o chocolate caliente y también puede incluir algún tipo de platillo a base de huevo o tortilla, como los chilaquiles. Sin embargo, el tradicional desayuno mexicano casero contiene jugo, fruta, pan de dulce, algún plato principal, café y mermelada. Cabe aclarar que un desayuno ideal en México es una comida muy sustanciosa y, tal vez, los desayunos mexicanos son los más abundantes en el mundo. En algunas partes del Distrito Federal, como en Tláhuac, el término desayuno se aplica a las infusiones de hojas de naranjo, canela o té de limón que se beben por la mañana.
En todo el país se vende el llamado desayuno de paquete, éste lo crearon las cadenas de cafeterías y restaurantes independientes o de hoteles; incluyen jugo de fruta, un plato de fruta, café y un platillo principal que da nombre al desayuno; el jugo de fruta más popular es el de naranja, pero también hay de toronja, zanahoria o combinado; las frutas más comunes son melón, papaya, sandía y piña; el plato principal es generalmente huevo preparado al gusto, o algún platillo a base de tortillas como chilaquiles o enchiladas, se incluyen una o varias tazas de café o té, pan tostado o bolillos y mermelada; está inspirado en la forma tradicional de desayunar en casa, por lo anterior tiene tanta popularidad y para muchos mexicanos es la forma usual de desayunar en cafeterías o restaurantes. Es también el desayuno ideal, pues contiene todos los componentes tradicionales del desayuno y es más barato para el cliente que pagar cada platillo o bebida por separado.
El desayuno mexicano incluye huevos revueltos a la mexicana; el norteño, huevos revueltos con machaca; el oaxaqueño está compuesto por huevos cocinados a la oaxaqueña, que con frecuencia son simplemente huevos en salsa roja; el ranchero tiene como platillo principal huevos rancheros; y pensando en los estudiantes se creó el desayuno universitario o estudiantil que lleva molletes.
Enfrijoladas
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Platillo de la cocina mexicana, elaborado con tortillas de maíz que se sumergen en caldillo espeso de frijoles molidos, enrolladas o dobladas, se sirven en un plato, con queso, cebolla y crema. Dependiendo de la región se sirven en el desayuno, el almuerzo o la cena.
Salón de té
- Diccionario: El pequeño Larousse Gastronomique en español
Establecimiento en el que se consume té, chocolate, café, bebidas sin alcohol, pasteles y, a veces, algunas preparaciones de pastelería salada o de huevos, ensaladas, sándwiches, croque-monsieur, etc., por la tarde o a la hora del almuerzo. En el Reino Unido, Alemania, Austria y Bélgica está muy difundida la práctica de frecuentar los salones de té ya desde primera hora de la mañana.
Quesillo en salsa
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
Platillo que consiste en quesillo o queso fresco preparado en salsa de jitomate y chile de agua, aromatizado con epazote. Los trozos de queso se sirven bañados con bastante salsa. Se acostumbra prepararlo en el estado de Oaxaca para el desayuno o el almuerzo. Los ingredientes de la salsa pueden variar según la región donde se prepare. Es tradicional de Etla y de los Valles Centrales, donde también se le conoce como salsa de queso o queso en salsa.
Mixiote
- Diccionario: Diccionario enciclopédico de la Gastronomía Mexicana
- Graf. mexiote
Del náhuatl mexiotl. Epidermis de la penca del maguey que se separa cuidadosamente de la planta para obtener una membrana amplia, translúcida y delgada. Se deja secar y se enrolla para su venta en los mercados. Antes de utilizarlo se remoja en agua para que esté flexible. Existe una gran variedad de preparados elaborados con diferentes carnes, salsas y otros ingredientes, que se envuelven en el mixiote y se cuecen al vapor; el guiso resultante también recibe el nombre de mixiote. Conocido también como oblea de maguey. - Preparación que, de forma general, consiste en los trocitos de la carne que va a emplearse marinados en una mezcla de chiles guajillo y pasilla, pulque, comino, orégano, tomillo, mejorana, clavo, laurel, ajo y hoja de aguacate; luego se colocan en un cuadro de mixiote y se amarran con hilaza para cocerse al vapor. Se sirven desatados en un plato hondo, ya que el guiso tiende a ser caldoso. Los mixiotes son muy solicitados en los mercados del centro del país para almuerzos y comidas, especialmente los domingos. Debido a la frecuencia de su uso en la cocina, se ha prohibido su venta en ciertos lugares, pues el proceso por el que se obtienen daña terriblemente las pencas del maguey, e imposibilita su empleo para hacer pulque. Por ello, ahora se sustituyen con bolsas de plástico o papel aluminio, aunque obviamente, el sabor no es el mismo.