Su creación no es conventual
Hay evidencia de que la receta de esta preparación ya existía antes de 1821, fecha en que supuestamente las monjas del convento de Santa Mónica la crearon para celebrar la independencia de México. La receta, de la nogada, data del siglo XVIII en El libro de cocina del hermano fray Gerónimo de San Pelayo, escrito en 1780. El chef Ricardo Muñoz Zurita declara que desde esa época la receta de los chiles en nogada pasaba de generación en generación.
Un acompañante especial
Casi nadie sabe que el chile en nogada tiene su propio postre, o así es como los poblanos lo han adjudicado durante varios años. Se trata del mollete poblano, un pan relleno de crema pastelera y cubierto de una capa delgada de dulce de pepita de calabaza. Puedes encontrar esta delicia en las calles y panaderías de Puebla entre junio y octubre.
Sabor de temporada
Los chiles en nogada se caracterizan porque ingredientes esenciales como la granada, la nuez de Castilla, la manzana panochera, la pera lechera o el durazno criollo, tienen su mejor temporada entre los meses de agosto y septiembre.
¿Capear o no capear?
Según el chef Ricardo Muñoz Zurita, los chiles tradicionalmente si son capeados, porque la cultura en Puebla tenía muchas preparaciones con huevo, tal como la jericalla, la capirotada o el rompope.
¡La nogada es salada! ¿o dulce?
Existen dos versiones de nogada para este platillo: una dulce y otra salada. Ricardo Muñoz Zurita, argumenta que esta salsa, tradicionalmente, es salada. Si quieres experimentar ambas versiones, puedes probar esta receta de nogada salada o esta que es dulce.
Por Miguel Guzmán