Huacal o guacal
El huacal o guacal es una pieza de pollo que generalmente se desecha por no contener carne, sino ser sólo hueso. Éste, al igual que la rabadilla y el retazo de pollo, es ideal para preparar caldo o fondo de pollo. Sólo coloca el huacal en una olla con suficiente agua, añádele verduras como zanahoria, apio y cebolla cortadas toscamente y algunas hierbas de olor, y deja que se cocine a fuego bajo durante una hora. Cuela el caldo y resérvalo en congelación hasta que lo vayas a utilizar.
Alas y pescuezo
Las alas y los pescuezos son las mejores partes del pollo ¡para chupar! Al no tener mucha carne son perfectas para rostizarse o asarse, ya sea adobadas o marinadas. Lo importante en este caso es el sabor y textura que se impregna en la piel.
Rabadilla
La rabadilla es el extremo posterior del cuerpo del pollo o de alguna otra ave. Esta pieza generalmente se desecha, pero debes saber que también puede utilizarse en la preparación de caldos o fondos. En algunos países suelen asarla y venderla en brochetas. Al conjunto de alas, huacal y rabadilla se les conoce como rana, por la forma de la pieza.
Pechuga
Una de las partes más apreciadas del pollo es la pechuga, porque contiene mucha carne. Se puede utilizar de muchas formas: entera, en mitades, con o sin hueso y piel, todo depende de la preparación. Por ejemplo, para preparar tinga se utiliza la pechuga entera, cociéndola en agua y después deshebrándola. En cambio, si la quieres para hacer milanesas, deberás comprarla sin piel, sin hueso y aplanada.
Pierna y muslo
En México es muy común que platillos como los moles que utilicen el muslo y la pierna del pollo. Ambas son ideales para cocciones largas porque no se deshacen tan fácilmente como la pechuga. Asimismo, el hueso en ellas, aporta sabor a la preparación.
Patas
Respecto a las patas de pollo existen dos “bandos”: quienes adoran su textura gelatinosa y quienes la detestan. Las patas de pollo no son una pieza muy común para cocinar, a pesar de que es muy fácil prepararlas. La mayoría de las veces las encontramos en los esquites, caldos o adobos, pero también se pueden hornear para consumirlas como botana. Es importante que antes de prepararlas se limpien quitándoles la piel y las uñas.
Menudencias
El hígado, la molleja y el corazón son conocidos también como menudencias. Éstos tres elementos del pollo también se pueden cocinar. En México se utilizan para añadirlos a sopas y caldos, por ejemplo, en algunas ocasiones la sopa de lima se suele preparar con mollejas. Por otro lado también se pueden preparar salteados con cebolla u otras verduras.
Como puedes observar, no todas las partes del pollo sirven para lo mismo, pero aun así todas se pueden aprovechar de la misma forma. ¿Cómo las conoces o preparas tú? Cuéntanos en los comentarios.
Por Daniela Casas