Este postre está pensado especialmente para los amantes del café, ya que está presente en todos sus componentes: en el helado, en la espuma y en el montaje. Su presentación es suficientemente formal para una cena y muy divertida para los golosos.
En la historia…
El café se popularizó en Europa hasta finales del siglo XVII, al mismo tiempo que los pasteleros lo empezaron a incluir en sus preparaciones. Algunos especialistas en confitería francesa ofrecían dulces con sabor a café con leche para curar el dolor de cabeza.
Procedimiento
Avellanas garapiñadas
Colocar las avellanas en un sartén de fondo grueso con el azúcar y ¼ de taza de agua.
Calentar a fuego alto, moviendo continuamente, hasta que se caramelicen.
Agregar la manteca de cacao y mezclar hasta que todo esté integrado; vaciar las avellanas sobre el tapete o papel siliconado, separarlas y dejarlas enfriar.
Espuma de café
Hidratar la grenetina.
Batir las yemas con el azúcar a baño María hasta que hayan duplicado su volumen.
Retirar las yemas del fuego, agregar el concentrado de café o el café exprés y la grenetina; mezclar hasta que esta última se funda y dejar enfriar a temperatura ambiente.
Batir la crema hasta que forme picos suaves. Incorporarla a la preparación de café con movimientos envolventes y refrigerar.
Montaje
Colocar una bola de helado de vainilla y una de café en cada copa. Agregar un poco de espuma de café, algunas avellanas garapiñadas y bañar con el café exprés y el licor de café.
Espolvorear los macarrones de leche troceados y terminar con las decoraciones de chocolate. Servir de inmediato.
Información adicional
VARIANTE
La manteca de cacao del garapiñado ayuda a separar las avellanas; si no la tienes, simplemente sepáralas con un tenedor al ponerlas a enfriar.
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